Personaje 360: Benjamín Franklin

Biografía

Benjamín Franklin nació en Boston, Estados Unidos en Enero de 1706.  Político, científico e inventor estadounidense, fue uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos.

Franklin fue el decimoquinto hijo de un total de diecisiete hermanos, razón por la cual su formación se limitó a estudios básicos en la South Grammar School  hasta los diez años. Primero trabajó ayudando a su padre en la fábrica de su propiedad. Tras buscar satisfacción en otros oficios (marino, carpintero, albañil, tornero), a los doce años empezó a trabajar como aprendiz en la imprenta de su hermano, James Franklin. En 1724 viajó a Inglaterra para completar y acabar su formación como impresor en la imprenta de Palmer.

Su afición por los temas científicos dio comienzo a mediados del siglo XVIII, y coincidió con el comienzo de su actividad política. A partir de 1747 se dedicó principalmente al estudio de los fenómenos eléctricos. Enunció el Principio de conservación de la electricidad. En 1752 llevó a cabo en Filadelfia su famoso experimento con la cometa y gracias a este experimento creó su más famoso invento, el pararrayos.

Al fin de la Guerra de Independencia de Estados Unidos, con la firma del Tratado de París (1783), empieza a contribuir a la redacción de la Constitución estadounidense en 1787.

 

 Frases célebres:

–      La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.

–      Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo.

–      No anticipéis las tribulaciones ni temáis lo que seguramente no os puede suceder. Vivid siempre en un ambiente de optimismo.

–      Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea.

–      Sólo el hombre íntegro es capaz de confesar sus faltas y de reconocer sus errores.

–      Siempre tendremos razones para estar enfadados, pero esas razones, rara vez serán buenas.

–      Las puertas de la sabiduría nunca están cerradas.

–      No perdáis una hora, porque no estáis seguros de un minuto.

–      El que compra lo supérfluo, pronto tendrá que vender lo necesario.

–      Incluso la paz se puede comprar a un precio demasiado alto.

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